Bien es cierto, que como buenos españoles, la envidia nos empuja a desear el mal del vecino, pero en el caso de los "vecinos" mineros asturianos y leoneses, lo que más envidia nos da, es que estén tan unidos como para remover la conciencia de tod@s, menos de los que les tienen que hacer caso.
Son muchas las familias que dependen del carbón en España, y son muchos hijos, cónyuges y padres, que dependen del salario "negro" para llegar a fin de mes.
Esas familias, necesitan ahora más que nunca, que el resto de los españoles que como yo (no nos tiznamos las manos detrás de un escritorio); o como tú (que no te manchas mientras estudias una carrera en casa de "papa"); o como tú (que ahora tienes dos trabajos para llegar a fin de mes); o como tu (que disfrutas de una buena y merecida o una exigua y desmerecida pensión); o como tu (que eres emprendedor y crees que eres el que más merece todo lo bueno); o como tu (que eres periodista y cuentas lo que ves y piensas "menos mal que no soy yo); o como tu (que piensas que siempre le toca a los demás lo malo, que tu eres un superheroe y nunca te va a tocar); necesitan que olvidemos las envidias y los estereotipos y nos remanguemos la camisa y nos pongamos a GRITAR a los que mandan, y no se olviden de ellos.
TODOS debemos reflexionar, que si a un colectivo, que está unido, que está luchando (no por mejoras laborales, ni por un aumento de sueldo; sino por conservar un sustento para el y los suyos) que está sufriendo la sordera de los que mandan, la incomprensión de los fanáticos y la lastima de los adinerados; ese colectivo, se merece por lo menos respeto, comprensión y solidaridad, y si no podemos ir a la mina y encerrarnos con ellos, si debemos al menos hacer todo el ruido que podamos, para que los sordos oigan, los necios comprendan y los pudientes repartan.
Hoy son los mineros, mañana .............
Bueno, escribo de pena, pero me quedo a gusto.
@FranVillares
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